domingo, 12 de septiembre de 2010

Joyas muy gamberras, by Locher’s

Es de sobra conocida por toda aquella persona que forme parte de mi círculo de amigos mi afición a la bisutería fina. Al decir fina me estoy refiriendo a la que está elaborada con cuidado, mimo y delicadeza, es decir, aquella que sale de la mente y las manos de, generalmente, una artesana. Mis creaciones preferidas tiran hacia lo original, infantil y por qué no decirlo, hacia lo ultra edulcorado o ñoño, para que nos entendamos.
Me vuelvo loca en un mercadillo de jóvenes diseñadores y cómo no busco y rebusco por la red hasta encontrar pequeñas-grandes joyas. Sin embargo, el nombre de esta diseñadora y sus creaciones de bisutería me llegaron vía mail, como caídas del cielo, vamos. Ella se llama Nicole Locher, su firma Locher’s y la colección a la que he sucumbido Vixen Vintage.

Vixen Vintage capta la atención de toda amante de los accesorios alternativos porque aúna un toque de coquetería femenina y un lado sexualmente travieso, oscuro, casi borde. Irresistible mezcla aparentemente opuesta que logra aportar una pizca de saludable picardía a toda mujer que ose colgarse uno de estos deliciosos collares. Tal y como reza en su página web, Vixen Vintage expone sutilmente ese pequeño lado zorrón que nos previene de convertirnos en seres demasiado dulces, una declaración de intenciones en toda regla.

Esta picante colección combina delicados charmes, diminutos sobres de los que asoman versiones en miniuatura de Playgirl y chispeantes cristales de Swarovski con lazos de seda, cadenas de plata y traviesas imágenes en blanco y negro de mujeres ataviadas con corsés y sexys ligueros y de muñecas antiguas. Los mensajes que se pueden leer en los colgantes son contundentes: ‘Besa mi culo’, ‘Pequeña puta’, ‘Sin bragas’ y ‘Yo no juego decentemente’, ¿a alguien le queda alguna duda?