sábado, 19 de julio de 2008

La gata Sofía

Tiene los ojos de un azul tan cristalino como las aguas que bañan el país donde nació. Su piel está cubierta de pelo suave como el algodón. Rayas grisáceas y negras recorren cada centímetro de su blanco pelaje. Largos bigotes, delgadas patas y graciosa cola. Es Sofía, la gata que sale a recibir a todos los visitantes de la iglesia que lleva su nombre.
Sofía sigue recordando su anterior vida, su primer cuerpo, su único amor.
Corría el año 1453, los turcos habían llegado a su adorada ciudad y habían logrado arrebatar el poder a los cristianos. Sofía era una linda muchacha de 19 años. De tez clara y ojos azulísimos, tenía el pelo negro como el azabache y ligeramente ondulado. Los mechones le caían por los hombros y como si de un río se tratara iban a desembocar al mar de sus senos, redondeados, altaneros y del tamaño ideal, ni excesivos como los de Gwenda, la hija del posadero, ni inexistentes como los de Irene la panadera. Su cuerpo era menudo pero perfecto. Unas piernas delgadas y bien torneadas sostenían un trasero respingón y hacían que los andares de Sofía fueran sumamente sensuales sin ella si quiera proponérselo.
Ese fatídico día Sofía iba al encuentro de Martin, el joven artesano por el que la chica suspiraba a cada rato. Él salía de trabajar y ella lo esperaba enfrente de la gran iglesia. Su iglesia. Ya lo estaba viendo llegar al banco en el que ella aguardaba con tanto ardor cuando de repente una multitud enloquecida pasó delante de ella en dirección a la iglesia. Él la instó a seguir al grupo que corría huyendo de los turcos y ella obedeció.
Llegaron casi sin aliento al interior del templo, las puertas se cerraron y los habitantes nerviosos esperaban el desenlace de la situación. Ya llevaban días sufriendo el acecho de los turcos y parecía que en ese momento se iba a decidir la historia, historia en la que intuían ellos serían las víctimas. Sofía se abrazó a Mertin y le juró amor eterno. Él la tranquilizó con un largo beso y le aseguró que nada los separaría. Ella le prometió convertirse en una gata inmortal para así amarlo siempre.
Los turcos echaron abajo las puertas y cargaron contra los habitantes pero uno de ellos se vio deslumbrado por la belleza de Sofía y le perdonó la vida. Al instante la raptó y se alejó de la iglesia a lomos de su caballo. Era uno de los superiores y podía abandonar la batalla si lo consideraba oportuno. Mertin como muchos cristianos murió ese día. Cuando el muchacho exhaló la última bocanada de aire, Sofía, presa en los aposentos del turco se convirtió en una gata. Salió por la ventana y huyó al templo, al lado de su amado.
Desde entonces la gata sueña con que un día Mertin vuelva reencarnado en uno de los tantos turistas que visitan Santa Sofía. Ni un día ha dejado de pensar en él, ni un segundo de quererlo…

18 comentarios:

Andrea Martínez Maugard dijo...

Que linda historia, yo tb iria convertida en una gata de ojos azules si pudiera, que elegancia

Hummingbird dijo...

rinconcito, sniff!! y de verdad. tan bonito como triste y espero que vuelva su amado pero a ser posible sin cámara, ni shorts juan valdés, ni calcetines blancos a medio gemelo, sin gorra de béisbol touroperator o en su defecto sombrero mejicano......muchos xx!

celina dijo...

gracias por el link! no me había visto.....y tu ya estás en los míos. XX!

Hummingbird dijo...

no creo que necesites aclaración de quién soy, el colibrí linkeador...xx!

unrinconcitoenelmundo dijo...

aretha: elegancia total, no es para menos ¿no?
besitos!

hummmingbird: él sería un joven culto, de gran formación histórica y artística, vestido en plan bohemio. Llegaría una mañana a Santa Sofía y se quedaría prendado de esos ojos tan claros. Ella inmeditamente lo reconocería y se transformaría en el ser humano que una vez fue...

Hummingbird dijo...

que así sea rinconcito, que así sea. por sofía! muchos xx! reitero, preciosa leyenda.

MY OWN YELLOW CAT dijo...

aix, en cuánto hblan de gatos, aqui estoy yo!

see U,

ByE!!!

Trapiello dijo...

Que bonito,me encanta!!!

Anónimo dijo...

Unn relato de esos agridulces que me gustan...de enigmática naturaleza felina...

;-)

Saludos Rincón, siempre es bueno leerte...

Mar Kiddo dijo...

Me ha encantado la historia :)

STYLE AND THE CITY . COM - PARIS dijo...

Hi from Paris stylish friend,

as i noticed through your comments that you like stylish people, i just wanted to warn you before i go to bed (it's late in Paris) : my last street style photos could make you fall in love with Paris and the stylish parisian girls ! lol

i wish you a pleasant evjavascript:void(0)
Publicar comentarioening and hope that my com is not intrusive

cheers from Paris
let's drink wine, switch links and have fun ! lol

Kamel
www.styleandthecity.com
PARIS

unrinconcitoenelmundo dijo...

hummingbird: ¡¡ay colibrí lindo, que me sonrojoooooo!!
Besis!

my own yellow cat: acudes al miau miau ¿ehhh? y a mí que nunca me han gustado...pero no pude evitar caer en las redes de la gatita de Santa Sofía, ¡qué ojos! y qué simpática era...
XXXXXX!!!

Mar Kiddo y trapiello: me alegro de que os haya gustado y también de que paseis por aquí, ¡hacía tiempo que no os veía! :)
Besos!

Karen: es que si un relato no es agridulce...mal lo llevamos, se queda sin encanto ¿no? Me alegra verte por aquí wapi.
Besitos!

kamel: depuis la première fois que je suis allée à Paris, je suis tombée amoreuse d'elle. Mais je n'ai vu pas cette merveulleuses filles de tes photos, ¡elle sont le style en personne! et toi un bon photograph, le prochain Sartorialist? J'espere te revoir!
Bisous!

ZEPETIT dijo...

Que ternura...

Zepequeña.

thesil dijo...

Preciosa historia!la desconocía por completo!
Me ha encnantado, pero por si acaso no llevaré a mi novio por allí (es artesano y no quiero que me lo quiten ;))

Marga Esteban dijo...

Me gusta tu rinconcito!!!! Eres muy sensible, ¿sabes? el otro día me dijeron que tenía ojos de gato...

uncentimo dijo...

ahora es un museo pero de todas la iglesias y templos que he visitado, esta es con diferencia la más hermosa.

Aline dijo...

qué historia más bonita!

xx

Ava G. dijo...

me encantan los mininos!