Escultural es el adjetivo que se me viene a la mente al echar un vistazo a las creaciones del sombrerero Philip Treacy.
Enormes tocados circulares que se ven coronados con grandes rosas y tules tintados de colores ácidos, sombreros que se posan de medio lado y miran altivos desde esa posición privilegiada que es la cabeza femenina, plumas que emulan la elegancia y la levedad de las aves y un diseño imposible, propio de una persona que derrocha creatividad por todos los poros de su piel y que por supuesto no le pone barreras a su imaginación desbordante, así es el universo Treacy.
Enormes tocados circulares que se ven coronados con grandes rosas y tules tintados de colores ácidos, sombreros que se posan de medio lado y miran altivos desde esa posición privilegiada que es la cabeza femenina, plumas que emulan la elegancia y la levedad de las aves y un diseño imposible, propio de una persona que derrocha creatividad por todos los poros de su piel y que por supuesto no le pone barreras a su imaginación desbordante, así es el universo Treacy.
Nacido en un pueblecito del oeste irlandés, el creador que ya con cinco añitos apuntaba maneras diseñando para las muñecas de su hermana, se marchó a Dublín con la mayoría de edad en el bolsillo para estudiar moda en el National College of Art& Design donde se dio cuenta de que lo suyo era hacer sombreros. Tras su paso por el Royal College of Art de Londres, el irlandés entraría en contacto con la mítica estilista de moda Isabella Blow, de ahí al éxito no había apenas distancia.
Colaboraciones con Karl Lagerfeld, cinco premios British Designer of the Year al mejor diseñador británico del año, Naomi Campbell, Christy Turlington, Kate Moss, Yasmin le Bon y Stella Tennant desfilando para él e incluso Camilla Parker Bowles llevando una de sus creaciones en su boda con Carlos de Inglaterra son algunos de los logros de este sombrerero muy cuerdo.
Un último apunte aprovechando que Sexo en Nueva York 2 está de actualidad, ¿recordáis el impresionante tocado que lució SJP en la presentación de la anterior cinta de las cuatro magníficas amigas neoyorquinas? Era, como no, de Philip Treacy.
3 comentarios:
Uau, Que tocados! Son geniales, aunque estan echos para pocas y para pocas ocasiones. Yo sencillamente no me veo llevando uno de esos, aunque son una verdadera obra de arte!
Besos:) Nataly
coincido con nataly, es como llevar una obra de arte en la cabeza! pero tampco me veo yo con uno de esos jeje
besos!
Yo no me veo porque la verdad es que ocasiones de ese calibre en la vida de una humana corriente y moliente pues como que no, eso sí, con una versión pequeñita sí que me atrevería, jejejeje!
Saludos a las 2! y... ¡mil gracias por pasar y dejar vuestros comentarios!
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