La nueva bolsa de la compra se llama sac à baguette

Ni bolsas de tela, ni carrito de la compra ni capazo de mimbre, lo último para acercarte al mercado y ya de paso traerte esa socorrida barra de pan tiene nombre propio y acento francés. Se trata del sac à baguette, una bolsa elaborada en algodón y en piel, resistente al agua, de gran capacidad y con un diseño la mar de práctico que se cuelga cómodamente a la espalda.

Su diseñadora, una arquitecta americana de nombre Marybeth Shaw tuvo la feliz idea mientras estudiaba en París. Harta de ver cómo los franceses reutilizaban sus bolsas de la compra pero invariablemente partían en dos sus baguettes para poder meterlas dentro, Shaw encontró la solución.

Lejos quedan ya Francis Wolle, un profesor que en el siglo XIX inventó una máquina para producir sobres ligeros parecidos a las bolsas de la compra y Margaret Knight, una trabajadora de la empresa de bolsas de papel de Massachusetts que cayó en la cuenta allá por 1870, de que era necesario un fondo plano en la bolsa para así acarrear más fácilmente las verduras que compraba en el mercado.

Más tarde a estas bolsas de papel se les añadirían asas para que los clientes pudieran transportar más alimentos y se pudieran dejar más dinero en las tiendas. En 1977 el plástico entró en escena. No fue hasta 2007 cuando apareció la ‘I’m Not a Plastic Bag’, toda una declaración de intenciones que trataba de mover conciencias contra el uso masivo del contaminante plástico. ¡Ahora en 2010 señoras y señores llega a sus pantallas el sac à baguette, el último grito en shopping-bags!