Únicos, con boquilla vintage (valor en alza en estos días que corren), confeccionados con diversas telas y abalorios y con base en forma de media luna. Así son los bolsos de La Carola. Me recuerdan ligeramente a las faldas del New Look de Dior, pero en bolso claro.
Dejando a un lado la loca asociación que en materia de parecido ha hecho mi mente dominguera, los Carola son bolsos muy especiales porque tú puedes hacer que se adapten a tus gustos, a tu estampado preferido, a esa maravillosa tela que te compraste cuando estuviste en China o al vestido que vas a lucir en la boda de tu mejor amiga.
Dejando a un lado la loca asociación que en materia de parecido ha hecho mi mente dominguera, los Carola son bolsos muy especiales porque tú puedes hacer que se adapten a tus gustos, a tu estampado preferido, a esa maravillosa tela que te compraste cuando estuviste en China o al vestido que vas a lucir en la boda de tu mejor amiga.
Con ponerte en contacto con la firma es suficiente, ellos se encargarán de hacer un Carola a tu imagen y semejanza. Tienes dos alternativas, aportar tú la tela o bien dejarlo todo en sus manos y confiar en su demostrado savoir faire.
La Carola es sinónimo de siluetas y materiales originales, calidad y cuidado trabajo manual. No en vano la intención de la marca es encumbrar el bolso al estatus de prenda clave en el vestir. Un objetivo ambicioso que gracias a sus entrañables creaciones no les será difícil alcanzar.