Que viva por mucho tiempo en forma de collares, anillos, brazaletes, pendientes y gargantillas. Que se combine con oro en una mezcla de contrarios aparentemente imposible pero bella como todas las uniones inesperadas, de polos opuestos, condenados finalmente a entenderse.
Que contraiga matrimonio con el salvaje ojo de tigre o con las delicadas circonias de colores.
Y que sobre todo venga de la mano de Daniel Espinosa o más bien que proceda de su ingeniosa y vanguardista mente mexicana.
Nelly Furtado es una de las incondicionales de las impresionantes joyas de este diseñador que lleva como bandera no respetar las reglas establecidas. De ahí que a veces haya recurrido a materiales inusuales en el mundo de la joyería como el vidrio reciclado de pantallas de televisión de los 40 y 50 que descubrió casualmente en un viaje a Filipinas o a corchos de uso industrial. Para resumir, lo que Daniel Espinosa pretende es dejar libre una imaginación muy ligada al mundo de la moda en la que tiene cabida todo tipo de materiales siempre y cuando se puedan trabajar con la plata.
El joyero lleva bien a gala el lugar donde nació y es que el país del guacamole, los nachos y las fajitas tiene una gran tradición platera y este metal es el preferido de Espinosa. Su genialidad también es fruto de sus estudios en Europa. Arte en Florencia, Moda en Holanda y Marketing Internacional en Nueva York componen su currículum vitae.
Nada más que decir al respecto. Os dejo en buenísima compañía.
Que contraiga matrimonio con el salvaje ojo de tigre o con las delicadas circonias de colores.
Y que sobre todo venga de la mano de Daniel Espinosa o más bien que proceda de su ingeniosa y vanguardista mente mexicana.
Nelly Furtado es una de las incondicionales de las impresionantes joyas de este diseñador que lleva como bandera no respetar las reglas establecidas. De ahí que a veces haya recurrido a materiales inusuales en el mundo de la joyería como el vidrio reciclado de pantallas de televisión de los 40 y 50 que descubrió casualmente en un viaje a Filipinas o a corchos de uso industrial. Para resumir, lo que Daniel Espinosa pretende es dejar libre una imaginación muy ligada al mundo de la moda en la que tiene cabida todo tipo de materiales siempre y cuando se puedan trabajar con la plata.
El joyero lleva bien a gala el lugar donde nació y es que el país del guacamole, los nachos y las fajitas tiene una gran tradición platera y este metal es el preferido de Espinosa. Su genialidad también es fruto de sus estudios en Europa. Arte en Florencia, Moda en Holanda y Marketing Internacional en Nueva York componen su currículum vitae.
Nada más que decir al respecto. Os dejo en buenísima compañía.