La aparición del vaquero está muy ligada al mundo de la minería. Fue en 1872 cuando un sastre de Nevada llamado Jacob Davis propuso a Levi Strauss, dueño de una empresa que distribuía lonas y toldos para las carretas de los mineros, elaborar pantalones con esas telas. La idea era facilitar a los mineros una prenda altamente resistente que además estuviera dotada de unos bolsillos con remaches metálicos capaces de sostener varias pepitas de oro sin romperse.
Los primeros vaqueros se realizaron en algodón azul añil y en color marrón. El tejido denim tal y como hoy lo conocemos llegaría unos años más tarde procedente de la ciudad del sur de Francia llamada Nimes de donde toma su nombre la tela, De Nimes. De este modo Strauss sustituye la loneta por un tejido de sarga en algodón.
Más adelante sería la moda, personificada en la revista Vogue, la que en 1935 pasara a popularizar los jeans entre hombres y mujeres. El mundo del cine también puso su granito de arena gracias a películas como West Side History en la que sus protagonistas femeninos y masculinos aparecían en pantalla ataviados con un par de vaqueros.
El resto de la historia ya la conocemos, unos años se llevan más anchos y otros más estrechos, más largos o más cortos, en raw, deslavados, de tu novio, rotos o nevados. El caso es no faltar nunca en tu guardarropa.
La foto superior derecha es de Blanco