Noticias de Nueva York, Vol . 3: un cupcake en Magnolia Bakery

Entre compra y compra por las calles de Manhattan seguro que a más de una le va a entrar hambre. He aquí la solución: nada mejor que acecarse a Magnolia Bakery (en Bleecker Street, Columbus Avenue, Grand Central Terminal y en Rockefeller Centre) para degustar uno de sus deliciosos y televisivos cupcakes, hasta la mismísima SJP sale en un episodio de Sex and the city zampándose uno.

El cupcake es una pequeña tarta diseñada para comer individualmente. Se sirve sobre un papel fino como el de las magdalenas de toda la vida y se elabora a base de huevos, mantequilla, levadura y azúcar. Se suelen usar coberturas a base de mantequilla, pastas de modelar y de azúcar glass con clara de huevo.

Hay mil variantes como gustos existen pero lo que resulta común a todos ellos es su consistencia abizcochada, más suave que la del muffin, su relleno con alguna crema y su decoración exquisita, ya sea de tipo clásico o totalmente moderna. Además, el tiempo de horneado es corto.

Este dulce manjar que toma su nombre de la taza que se usaba en el siglo XIX como molde, está de moda en Nueva York desde hace unos añitos. Se consumen mucho y sobre todo en fiestas especiales. En Magnolia Bakery los tienen de una gran cantidad de sabores, especialidades presentes todos los días de la semana como los de vainilla y chocolate y otras como el Red Velvet, el Devil's food, el de calabaza o el de coco que, como si de una exposición itinerante se tratara, van cambiando, en este caso diariamente.

La pastelería neoyorkina apareció el verano de 1996 y surgió como un espacio acogedor y antiguo donde la gente pudiera entrar a por un café y algo dulce. Entrar en Magnolia con sus postres americanos y su decoración del pasado es como dar un paso atrás en la historia. un paso que te remite a la comida hecha a fuego lento, en casa y con especial atención a los postres.

En Magnolia los dulces que se presentan son del día y están elaborados a la manera antigua, sin estabilizantes ni conservantes. Pensados para disfrutarlos en el momento, como se hacía antes...