¡Olé por la manoletina!

Ole ole y ole, por cómodas por bonitas y por prácticas. Demos gracias al torero Manolete por hacer de este calzado taurino un elemento más del vestir. El diestro fue como una Kate Moss o una Sienna Miller al que más tarde copiaríamos millones de mujeres a lo largo y ancho del planeta, la moda salta del ruedo a la calle. Y en la calle no cabe duda de que han echado profundas raíces porque haga calor o frío, las manoletinas están por todos lados. Este invierno conviven pacíficamente con taconazos plataformeros, botines, botas y demás calzado invernal (¡saludemos desde aquí a la bota de agua!) y de nuevo nos salvan la complicada papeleta de ir monas y cómodas. Porque, aunque amantes de un buen tacón, la vida real de la mayoría de las mortales exige un calzado más cómodo. No me imagino a ninguna en su sano juicio encaramada a unos peap toes o calzando unos stilettos mientras se dirige al trabajo montada en la línea 1, 2, 3 o la que sea del metro. Sin embargo, si alguien puede ¡ole ahí! La admiro.
Por todo esto Manolete, te tendremos presente en nuestras oraciones diarias. Manoletinas forever.
Amén.

Rollo patchwork con botones, de Art.

Pídelas para tu cumple, de RAS.

Sólo para princesitas de la gran ciudad, en RAS.

Con floripondio, de Mónica García.

Versión cebra en estas manoletinas de Gioseppo.

En tejido liberty aderezadas con una borla son las de KTW.

Para feriantas, de Mónica García.

Original manera de amarrarse los zapatos, de Camper.

Cómoda y con estilillo hasta en la casa, de Gioseppo.